Junto con la seguridad de red y la redundancia, otra de las consideraciones importantes con respecto a la administración de la red es el rendimiento de la red. El rendimiento de la red es una medición de la rapidez y la confiabilidad de la red. Se puede comparar una red con un automóvil. Es necesario que el automóvil se pueda cerrar (seguridad) y que tenga una rueda de repuesto (redundancia), pero esto constituye solamente una parte del automóvil. La otra parte es cuán rápido puede acelerar desde 0 a 100 (rapidez) y cuando aprieta los frenos, que estos cumplan con su trabajo (confiabilidad). Estos aspectos del rendimiento se deben verificar para saber si se mantiene un rendimiento adecuado. Nuevamente, como en el caso de un automóvil que no funciona bien, puede llevarlo para que lo revisen. La diferencia entre las redes y los automóviles es que la mayoría de los modelos de automóviles tienen niveles de rendimiento estándar, pero la mayoría de las redes no. Cada combinación del hardware, software y cableado de la red y de los computadores tiene un rendimiento de red distinto. Esto nos lleva a la conclusión de que, para saber si la red funciona de forma defectuosa, se debe contar con una medición con la que se pueda comparar el rendimiento. Esta medición se denomina nivel básico. El nivel básico se establece después de que se ha instalado y configurado la red de forma adecuada. Para establecer un nivel básico, se puede utilizar una herramienta o un paquete de control de red, tal como el Fluke LANMeter o el programa de control de red de Windows NT. Estas herramientas registran varios tipos de datos del rendimiento de la red, incluyendo el porcentaje de uso de la red, el número de colisiones, los errores de trama y el tráfico de broadcast. Al establecer una medición del nivel básico cuando el sistema de red se ubica en los niveles de rendimiento normal óptimos, el administrador de red cuenta con un valor de comparación que se puede utilizar para determinar la buena salud de la red.
A medida que la red crece y cambia, la medición del nivel básico, al igual que cualquier otra documentación, se debe actualizar periódicamente. Cuando se actualiza un sistema, es importante recordar que, así como se actualiza el hardware, también se deben actualizar los controladores de software que controlan el hardware, y que si se instala una actualización o un nuevo programa, se deben volver a instalar los paquetes de servicio o de reparación suministrados por la empresa de software. En el caso de la instalación de nuevo hardware, es posible que el controlador de software antiguo no pueda aprovechar las funciones del nuevo hardware o que no sea compatible en absoluto. Esto puede provocar un problema de rendimiento grave. La razón por la que se deben volver a instalar los paquetes de servicios es impedir que los archivos que forman parte del proceso de instalación de los nuevos programas y que son más antiguos que el archivo ubicado en el paquete de servicios puedan provocar problemas.
Cuando se realizan cambios en la red, como mover una pieza de equipo desde una ubicación a otra, es importante verificar el funcionamiento correcto de dicha pieza del equipo en la nueva ubicación antes de actualizar la medición del nivel básico. Esto es particularmente importante al realizar cambios para reducir el tráfico de red en un segmento de red en particular. Aunque el dispositivo funcionara correctamente en el segmento antiguo, es posible que no funcione correctamente en el segmento nuevo, y esto afectará el rendimiento de la red. Verifique siempre el funcionamiento de un dispositivo cuidadosamente luego de mover el equipo; esto incluye la funcionalidad de la red y de todas las aplicaciones críticas.
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